La reurbanización de Pío XII, Iturrama y más
- José Luis Díez Díaz
Quizás no tengan que acarrear una opinión negativa total las obras que motivan la “reurbanización” (proceso de regeneración y revitalización de un área urbana para mejorar calidad de vida de sus habitantes) en las calles citadas y las que sigan, dentro del plan municipal, pues algunas de las actuaciones me parecen acertadas dentro de ese concepto de “reurbanización”.
El tendido de la mini-capa uniforme de rodadura, las zonas ajardinadas (habrá que ver coste de conservación y gasto de agua) los albañales de pluviales, los alcorques y protección del arbolado, la señalización horizontal (el pavimento negro asfáltico como el papel aguanta todo) o la delimitación del carril bici, aunque alguna isleta o separación no sea la más idónea, en cuanto a diseño, dimensiones, y desnivel. Pero el conjunto, a mi juicio y como usuario, en el caso concreto de la Avenida de Pío XII me ofrece por ahora una agradable panorámica.
Mi gran duda es la fluidez del tráfico y la capacidad de la vía citada, con disminución de la velocidad, pero con la contrapartida negativa en esta importante avenida para la eficacia y celeridad de los servicios de urgencias sanitarias, dada la ubicación del complejo hospitalario público y privado. No dudo que la competencia de los políticos y técnicos responsables, ya que no están finalizadas las obras, tendrán prevista la alternativa oportuna para este tipo de emergencias y otras que se puedan plantear.
Como final, un ruego al gobierno municipal: le sugiero la convocatoria de unos cursos para vecinos, sobre todo mayores, al objeto de agudizar su sentido visual, capacidad de reacción y repentización, cuando se apean del bus para acceder a la acera, o cuando van a echar la basura, con la mente en la elección y manipulación del contenedor, y tener los reflejos suficientes para intuir el lado del vendrá la bici o patín, y evitar ser arrollados. Extensible también a los conductores que acceden al garaje o salen del mismo, pues el buen estado del pavimento incrementa la velocidad de bicis y similares, a pesar de los pasos de cebra, siendo un riesgo incorporarse a la calzada. Me reafirmo en lo de “peatón más seguro por la calzada.”