Jon Sanz: "Es un gustazo ver a famosos como Cristiano, Messi o Neymar jugar al pádel, porque lo dan a conocer"

Las instalaciones del Club de Pádel Reyno de Navarra, en Beriáin, son una pequeña revolución al verle llegar. Jon Sanz ha vuelto a casa después de un nuevo periplo lleno de éxitos y todos quieren felicitarle y saber cómo está. Es un regreso fugaz, ya que el jueves vuelve de nuevo a la carga para disputar desde el viernes 20 de diciembre el Master Premier Padel Finals de Barcelona. Así es su vida, un no parar. Agradece pisar suelo navarro o catalán, porque el pádel le tiene de un sitio a otro del planeta, con las maletas siempre preparadas. El villavés de 24 años se ha convertido en una de las referencias del pádel mundial a base, según sus propias palabras, de trabajo. Y de ambición, porque haber sido subcampeón del mundo no fue para él un logro, sino, textualmente, “uno de los días más duros” de su vida. Para 2025 ya tiene un reto: meterse en el top ten mundial. Y lo hará con nuevo compañero. La final del Mundial es para el público un gran logro, pero ¿a qué supo a los subcampeones? La gente me decía: “Jon, es un resultado muy bueno. Quedar subcampeón del mundo está muy bien. Pero cuando estás en una final, y más en un campeonato del mundo, quieres ganarla. Lo teníamos en la mano. Fueron tres partidos en la final que tuve que ver desde fuera. No sabes la cantidad de sentimientos y nervios que pasé, y después de estar casi cinco horas sentado viendo a tus compañeros jugar y a punto de ganar, ves que Argentina te gana. Es de los días más duros de mi vida. Lo que para otros sería un logro... Sí. Soy una persona muy ambiciosa y siempre quiero ganar. El que se me escapase ese campeonato del mundo teniéndolo en la mano me afectó bastante. Estaba mi familia conmigo, menos mal, porque si no ese día se me habría hecho el doble de duro. El Argentina-España era la final esperada, pero en teoría habrá más... En ese momento no piensas que habrá más oportunidades. Sólo quieres ganar lo que tienes delante. Es verdad que habrá más oportunidades pero eso siempre se te va a quedar. Lo hablaba con Paquito Navarro, uno de los integrantes de la selección. Él perdió un partido años atrás y dijo que era de los días más duros de su vida y ahora pensará de forma similar con lo que ocurrió en Doha. Nos quedamos todos muy dolidos y tristes. Pero ojalá que dentro de dos años lo podamos ganar. Cada semana está en una punta del mundo. ¿Cómo cambia el chip para cada torneo? Estas semanas han sido duras. Hemos estado en los Emiratos Árabes, en Nueva York, México, Milán... Son muchos cambios de temperatura, de clima, de horario... y el cuerpo no está acostumbrado. Hay que llevarlo de la mejor manera posible. El equipo me da muchas pautas. ¿Quiénes forman su equipo? Mi preparador físico, mi fisio, mi nutricionista. Estoy muy enfocado en el tema de la alimentación, creo que es muy importante. Te lo digo con una pasta en la mano -una usuaria del Reyno de Navarra Pádel cumple los años y ha acercado una bandeja-, pero no me puedo pasar absolutamente nada. Y cuanto mejor lleve la alimentación, mejor será el descanso, que para mí en este tipo de torneos es lo más importante. ¿Qué hace un chico de Villava de 24 años recorriendo el mundo y siendo una estrella del pádel? ¿Se lo esperaba? Para nada. Muchas veces saco este tema con mi familia. En Villava sólo hay una pista en las piscinas y no la he pisado en mi vida. No sé cómo me dio por jugar. Mis padres empezaron en las piscinas de Amaya y a partir de ahí me puse a entrenar con mi entrenador de toda la vida, Ignacio Santos. Estoy aprovechando esta semana para estar con él y preparar el Master Finals, uno de los torneos más especiales del año. Para mí es muy especial volver a estar con él porque es el que me ha formado. Es como un segundo padre para mí. El mayor campeón del deporte navarro, Miguel Induráin, también era de Villava. ¿Le sirve como referente? Miguel es una eminencia en Villava, en Navarra, en España y en el mundo. Sí que a veces lo pienso. De Villava salió Miguel y ahora estoy yo intentando sacar un poco la cabeza. También está Ander Izquierdo en el balonmano, que es un muy buen amigo mío, y otros grandes deportistas. Ahí estamos intentado llegar a lo mínimo mínimo que hizo Miguel -sonríe-. El pádel se está extendiendo a un gran ritmo desde la entrada de grandes patrocinadores. El World Padel Tour ha hecho un grandísimo trabajo durante un montón de años. El pádel llega a muchas edades, todo el mundo puede jugar, bien o mal, pero a la mínima te engancha. Han hecho muy bien su trabajo las marcas, el circuito, se llenan pistas con 16.000 personas y eso son palabras mayores. Es un gusto poder jugar ante tanta gente. El dueño del Paris Saint Germain, Nasser Al Khelaifi, adquirió el circuito. ¿Qué supone que una persona con ese poder adquisitivo meta dinero en tu deporte? Para nosotros, que Nasser Al Khelaifi, el CEO de Premier Padel, apueste por nosotros es un golazo. Valoramos que gente así se acerque al pádel. Vemos mucha gente famosa que practica el pádel y para nosotros es un gustazo ver a Messi, Cristiano o Neymar, que fue a ver un partido. A Messi y Cristiano también les gusta y han estado jugando con algunos jugadores de pádel. Menudo escaparate. Pueden jugar o mejor, pero esa gente es la que hace que tu deporte se llegue a conocer. Alguien puede ver a Cristiano y querer jugar. Eso nos ayuda un montón. Se tiene que vivir bien del pádel. Hace unos años sólo vivían bien los de arriba, cada vez hay más gente que puede vivir de ello. Los de los puestos de arriba están ganando buen dinero. Gracias a los patrocinadores, los premios están aumentando. No nos podemos quejar. Yo no es que fuera buen estudiante... ¿Hasta dónde ha estudiado? Yo tengo un Grado Medio de Artes Gráficas. Me puse a jugar al pádel, trabajé duro, aposté por ello. Y lo digo delante de mi preparador, Salvador Molero -presente en la entrevista-. Él sabe que soy un enfermo del trabajo, siempre necesito más, soy una persona muy nerviosa -Molero asiente-. Se está viviendo muy bien del pádel a día de hoy y se lo digo a mis padres, que nunca habría pensado que iba a firmar un contrato bueno y ganar el dinero que gano ahora. ¿Qué parte de talento y qué parte de trabajo hay en sus logros? Creo que no soy una persona muy talentosa. A ver, hay que tener un cierto talento, pero sobre todo el trabajo que siempre me han inculcado mis padres. He intentado trabajar duro y meter la mayor cantidad de horas posibles. La gente me dice: “Siempre te hemos visto desde pequeño con la pala”. Y ahí sigo, no cambio mi esencia. El trabajo, ver que vas para arriba pero siempre quieres ganar más puestos, esa ambición intento no perderla. En el pádel es fundamental la compenetración con su compañero. Ha estado con Jorge ‘Coki’ Nieto hasta ahora. El pádel es un deporte complicado. Hay muchos cambios de parejas. Nosotros somos la segunda pareja más longeva hasta ahora, en que Coki y yo hemos decidido que nos separamos después de año y medio. ¿Cómo se llega a esta decisión? ¿Se habla entre ustedes, hay una propuesta de fuera? Hay muchas propuestas, llamadas de jugadores. Tú valoras con tu equipo las posibilidades que tienes. Nosotros veníamos un poco quemados, como se suele decir en el pádel, de tanto tiempo jugando juntos, son muchas horas. Es como un matrimonio, con sus momentos buenos y malos. Hemos decidido separarnos y tengo un proyecto muy ilusionante con (Jerónimo) Momo González, un grandísimo jugador y buenísima persona, de Antequera. Somos dos chicos jóvenes, bastante eléctricos, así que vamos a ver si encajamos bien -sonríe-. ¿Cuáles son esas citas del circuito que más le gustan? Todas las que son en España, cerca de mi familia y amigos. Por ejemplo, el Master de Barcelona, al que van a ir todos y mi equipo, que es el único torneo donde los veo a todos juntos. Tengo una ilusión especial. También me gusta jugar en Chile, Argentina, hay mucha afición. ¿Sus amigos qué dicen? ¿Presumen de amigo? No. Yo no soy nadie ni nunca voy a serlo. Pero es verdad que siguen el pádel muy de cerca, me preguntan mucho y es un gusto para mí. Vivo en Madrid y no es fácil seguir teniendo esa comunicación con la gente de Pamplona. ¿Cómo siente ese vínculo con su tierra cuando está tanto tiempo fuera? Para empezar, mis padres son lo más importante para mí. Soy hijo único y se lo debo todo a ellos, que son los que han dado todo para que a día de hoy pueda estar donde estoy. Pamplona para mí es mi especial, siempre que vengo me siento en casa. Estar con Ignacio, con mis amigos, pasear por la Estafeta, por donde yo iba de pequeño... También es rojillo. Sí. Soy muy rojillo. Siempre que vengo intento ir a ver a Osasuna. Es un equipo muy bueno y tengo una pequeña relación con algunos jugadores, como Nacho Vidal y Pablo Ibáñez. Son unos chicos espectaculares, muy buenas personas. Alguno también juega, ¿no? Sí, les gusta. No los he visto jugar pero Nacho creo que puede hacerlo bien. Le gusta mucho el pádel. Ahora que llega el cambio de año, ¿es de los que hace balance y tiene sueños para el nuevo? Sí, soy de ponerme objetivos. Hace poco hablaba como mi equipo de que tenía la sensación de que no había hecho un buen año. Pero me dicen que no me olvide de que he ganado un título y he sido subcampeón del mundo, he sido finalista en Finlandia... No me doy cuenta pero tienen razón. En muchos torneos no he bajado de cuartos de final y eso está muy bien. Empecé el año en el puesto 22 y estoy en el 12. Así que no ha sido tan mal año -sonríe- ¿Y para el 2025? Quiero que mínimo sea como éste. Pero mi objetivo y el de todo el equipo es meterme enel top 10. Que el pádel es uno de los deportes más pujantes no es ningún secreto. No sólo es practicado como hobby, con unas cifras millonarias, sino que las personas que se han federado no dejan de crecer, especialmente desde la pandemia, cuando fue una de las disciplinas más solicitadas. En España, rebasó el año pasado las 100.000 licencias federativas (en 2019 eran 75.000). Según el anuario 2024 de Estadísticas Deportivas, realizada por la Subdirección General de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, al término del pasado año había en España 101.326 federados en pádel, siendo el séptimo deporte en número de licencias. De ellas, 66.383 son hombres y 34.943, mujeres. En Navarra la línea es similar. Según esta misma publicación, el pádel suma 3.859 licencias (2.517 hombres y 1.342 mujeres), con lo que se ubica como sexto deporte que más personas federadas tiene, quinto si se excluye la caza (que obliga a tener licencia a todo el que lo practica).

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