Desequilibrio territorial
El corredor del Ebro concentra la mayor vulnerabilidad social
Esa misma zona acumula los peores datos de renta respecto a la media

Actualizado el 16/08/2024 a las 08:18
La vulnerabilidad social en Navarra se concentra principalmente en el corredor del Ebro, una franja que atraviesa el sur de Navarra en diagonal de este a oeste. Es allí donde se registran los peores indicadores según el análisis realizado por el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat). El estudio presentado a principios del pasado julio con datos de 2021 hace un análisis de factores económicos y sociales por “secciones censales”, lo que permite ofrecer una imagen más detallada en las áreas con mayor densidad de población. A partir de los resultados globales en Navarra, Nastat clasifica estas “secciones censales” en orden decreciente. Aquellas que mejoran el umbral del 50% de la media se consideran no vulnerables, mientras que las que forman parte del 25% con peores registros se califican de vulnerables de grado II. El 25% restante queda en el grupo de vulnerables de grado I.
El gran bloque de la vulnerabilidad de grado II en Navarra comienza en Viana y acompaña a los municipios que discurren a lo largo del curso del Ebro y hacia el interior hasta que el río abandona territorio foral. La profundidad de este bloque alcanza a poblaciones como Etayo, Allo, Larraga, Pitillas, Murillo el Fruto y Mélida. Los límites por el sur llegan a Fitero o Ablitas. Pero el Ebro no es el único lugar en torno al que se concentra la vulnerabilidad social de grado II. Aunque con menor intensidad, también la padecen municipios tan alejados como Guesálaz, Puente la Reina, Leoz o Sangüesa.
No solo eso, también hay una gran isla situada en el noreste de Navarra con especial incidencia en Navascués, Ustárroz o Villanueva de Aezkoa, aunque la mayor parte de municipios de la zona son de grado I. Al norte de Urbasa, a la altura de Olazagutía, hay otra pequeña área de vulnerabilidad social de grado II. Por último, Eratsun, Baztán y Zugarramurdi también tienen malos registros, aunque de grado I.
Nastat no solo valora en su conjunto los indicadores sociales y económicos, sino que lo hace además diferenciándolos individualmente. Por separado, ofrecen imágenes muy distintas de la vulnerabilidad en Navarra. Si bien los indicadores de renta coinciden bastante fielmente con los combinados en el área del Ebro, no es el caso de los indicadores sociales. Según este último criterio, que tiene en cuenta el sobreenvejecimiento, proporción de hogares con una sola persona mayor de 64 años, hogares con un solo progenitor, población extranjera general e infantil, son la áreas despobladas las que destacan negativamente. Están mucho más repartidas por toda la Comunidad foral, aunque tienen especial incidencia en los extremos este y oeste.
En este caso puede hablarse de tres grandes bloques de grado II. El primero empezando por el extremo este de Navarra abarcaría una extensa área pirenaica y prepirenaica. Comenzando por Isaba, iría profundizando hacia el sur y el oeste para llegar hasta Urraúl Alto y Oroz-Betelu. El segundo bloque de la vulnerabilidad de grado II que Nastat califica como “factor soledad” estaría integrado desde el norte por Izagondoa y discurriría hasta el sur para terminar en Pitillas, Murillo el Fruto y Cáseda. El último bloque transitaría de este a oeste entre Falces y Miranda de Arga para formar una franja hasta Genevilla y Cabredo. A estos tres grandes bloques de grado II se sumarían otros territorios tanto en el sur, como Fustiñana, Ablitas, Cascante o Fitero, como en el noroeste, con localidades como Ergoiena, Larraun, Eratsun o Beintza-Labayen.
En el aspecto socioeconómico, los parámetros para la clasificación realizada por Nastat incluyen las tasas de paro general y juvenil, la de ocupados eventuales, la de trabajadores no cualificados, la de población sin estudios y la renta neta por personas. Conforme a estos criterios de renta, las poblaciones menos favorecidas con vulnerabilidad de grado II quedan claramente más circunscritas al sur y suroeste de Navarra. Básicamente, rodearían las Bardenas y se ajustarían al Ebro con una profundidad que alcanzaría la Zona Media en Tafalla.
Nastat también ofrece una visión comarcal de la vulnerabilidad social. Larraun logra los mejores registros, ya que el 100% de su área queda clasificada como no vulnerable. Lo logra principalmente gracias a sus datos de renta, ya que el factor de soledad indica que tiene un 9,1% de secciones censales en grado II y un 36,4% en grado I. En el otro extremo de la balanza está Ribera Alta, donde el 75% de las secciones censales son de grado II y el 18,8% de grado I, de forma que solo el 6,3% de ellos se consideran no vulnerables. Este farolillo rojo se justifica por los pésimos datos del factor renta, con el 75% de las secciones censales en grado II y el 25% restante en grado I. A muy poca distancia se sitúa la Ribera, con un 55,2% en grado II y un 36,2% en grado I. El contraste se produce cuando se observa el factor soledad, donde ambas comarcas obtienen de los mejores resultados solo por detrás de Baztán y Pamplona, aunque es insuficiente para evitar una mala nota global.
No solo paliar la pobreza sino crear las oportunidades para dejarla atrás

Los datos sobre vulnerabilidad social de la estadística de Nastat no han sorprendido en absoluto a las entidades solidarias que trabajan en Navarra. De hecho, refuerzan la percepción a la que se enfrentan quienes están en contacto con familias y personas en situaciones difíciles. Así lo indican los responsables de Cáritas, Banco de Alimentos y Cruz Roja en la Comunidad foral. “Evidencia algo que sabemos: la concentración de situaciones de vulnerabilidad y exclusión en determinados pueblos de Navarra y barrios de Pamplona”, comenta Maite Quintana Saldise, directora de Cáritas en Navarra. El coordinador autonómico de Cruz Roja Navarra, Juanjo San Martín, coincide en el análisis: “La estadística de Nastat coincide con la realidad con la que nos encontramos en nuestra labor diaria”.
Según los datos que maneja de la Fundación Banco de Alimentos, la mayor vulnerabilidad se detecta en Ribera del Ebro, Ribera de Tudela y Estella, mientras que la menor se da en Sangüesa y noroeste. “Hay más de 81.000 personas con rentas de trabajo u otras, incluidas ayudas sociales, de una cuantía insuficiente para atender sus necesidades básicas, situación que se ve agravada por el elevado precio que tiene actualmente el acceso a la vivienda”, comenta Marisol Villar Lecumberri, presidenta de esta entidad en Navarra.
Estas organizaciones solidarias recuerdan que históricamente ha habido un gran contraste entre el norte y el sur de la Comunidad foral, en la que la línea divisoria en Tafalla marca el límite entre las zonas de mayor y menor renta. “Las evidencias de la estadística deberían servir como un potente toque de atención para actuar”, aboga San Martín. La directora de Cáritas en Navarra cree que el índice de vulnerabilidad indica riesgos ante los cuales se debería actuar para evitar que se conviertan en situaciones de exclusión social. “El dato de vulnerabilidad, sumando el grado I y II, es significativo”, comenta.
Quintana destaca también el “llamativo” el dato de la Ribera, que le lleva a concluir que “no solo existen personas en situación de vulnerabilidad, sino territorios vulnerables”. Achaca esta situación a “diversos factores” como “el modelo económico o la carencia de determinados recursos”, por lo que apuntaba a “la necesidad de mayores inversiones”. Para el coordinador autonómico de Cruz Roja Navarra, atajar la vulnerabilidad social “no es tarea fácil” y requería abordar el problema de forma “multidimensional”.
En referencia al factor soledad de la vulnerabilidad, Juanjo San Martín explica que está repartida “de forma mucho más dispersa por toda Navarra”, aunque advierte que no debería ser “patologizada en su conjunto”. “Es un fenómeno con muchas aristas y no debe confundirse aislamiento con soledad”, matiza. La soledad “se ha incrementado mucho en los últimos años” y ha requerido labores de acompañamiento como la línea “Cruz Roja te escucha”, llamadas de seguimiento y un servicio de teleasistencia propio. Las nuevas tecnologías también se abren paso en la lucha contra la soledad, como ha pasado con las exitosas pruebas piloto mediante asistentes de voz, afirma San Martín.
RENTA GARANTIZADA REFORMADA
Pese a la potente red de seguridad que conforman las entidades solidarias en Navarra, la lucha contra la vulnerabilidad requiere un esfuerzo combinado con el sector público y una mayor implicación del conjunto de la sociedad, tal como piden los responsables en Navarra de Cáritas, Banco de Alimentos y Cruz Roja. “No hay sistema asistencial ni recursos para abordar un desafío tan grande”, apunta Juanjo San Martín, que, en el caso de la soledad, cree que es necesario un “enfoque comunitario” en el que también se involucrara el voluntariado y la vecindad.
En relación con la vulnerabilidad por renta, el coordinador de Cruz Roja en Navarra afirma que la Renta Garantizadad “es un instrumento muy potente” para evitar que se agudice la pobreza severa, pero también piensa que es necesario “darle una vuelta”. “Por sí misma, la Renta Garantizada no saca a nadie de la pobreza. Hace falta abordar un desarrollo importante del derecho a la inclusión generando oportunidades de empleo para estas personas”, sugiere. Entre los esfuerzos desarrollados por Cruz Roja en este sentido, detalla que se han puesto en marcha programas de formación en conjunto con labores de intermediación o campañas de sensibilización de los empleadores.
Para la directora en Navarra de Cáritas, una garantía de ingresos o protección social resulta “esencial”, pero recuerda que “las ayudas económicas por si solas no logran que las personas salgan de las situaciones de vulnerabilidad, de pobreza o exclusión social”. Por ello, cree que es necesario “articular medidas integrales, en las que se promueva especialmente formación, empleo o vivienda”. Este esfuerzo debería centrarse especialmente en los perfiles más vulnerables y con mayor riesgo de exclusión: “Mujeres, unidades familiares monoparentales, que suele ser mujer solas con hijos a cargo, personas en situación administrativa irregular y menores”.