Producto de temporada
Esta es la verdura navarra que está de temporada y es un magnífico protector natural del hígado
Con propiedades increíbles, esta superverdura se puede comprar entre 4 y 5 euros la docena en mercados y tiendas. Su reto, aumentar la superficie de la alcachofa acogida a la IGP. Ahora solo ocupa 350 hectáreas en 33 municipios navarros

Actualizado el 27/03/2025 a las 14:22
Navarra puede presumir de excelentes verduras, pero entre todas las joyas de la huerta hay una que destaca por sus enormes virtudes para un órgano tan importante como es el hígado. Personas con hígado graso o con dificultades para digerir las grasas no pueden prescindir en su dieta de una verdura llena de virtudes como es la alcachofa y que en Navarra la tenemos tan a mano. No solo alimenta el cuerpo, sino que lo cuida. Y sus hojas, como las antiguas pócimas de los alquimistas, ofrecen un remedio natural para el hígado. En esta época, la alcachofa de Tudela está de temporada y su precio ronda entre los 4 y 5 euros el kilos en algunos mercados y tiendas, si bien las piezas más selectas llegan a los 7-8 euros el kilo. La alcachofa de Tudela tiene dos épocas de recolección: en los meses fríos de octubre a diciembre y durante la primavera.
Factores como una mala alimentación, el alcohol en exceso, el estrés, o la acumulación de toxinas sobrecargan poco a poco el hígado, a pesar de que este posee una increíble capacidad de regenerarse. Su papel es fundamental porque es un 'filtro' para limpiar todo lo que consumimos: alimentos, bebidas, medicamentos, y hasta los productos químicos que nuestro cuerpo puede producir. Su trabajo es vital: filtra las toxinas de la sangre, produce bilis para ayudar a digerir las grasas y almacena nutrientes esenciales.
CÓMO ELEGIR LAS ALCACHOFAS
La alcachofa de Tudela se corresponde con la variedad ‘Blanca de Tudela’. Fueron los agricultores tudelanos quienes la consiguieron después de años de selección, aunque ahora se produce en otras zonas de la península a través de esquejes que también se comercializan.
A diferencia de otras alcachofas, la de Tudela es una alcachofa redondeada que se caracteriza porque sus brácteas (hojas externas) no llegan a juntarse en la punta, dejando el orificio circular que las caracteriza.
Lo habitual es que se vendan por docenas (las de zonas como Murcia se venden por kilo) y con algunas hojas alrededor del tallo. Los pétalos de esta flor han de estar bien apretados, formando una alcachofa dura al tacto.
En la actualidad, la alcachofa de Tudela ha visto reducida su superficie y solo se cultiva en unas 350 hectáreas de 33 localidades.
BEBER EL AGUA EN EL QUE SE HAN HERVIDO LAS ALCACHOFAS EN AYUNAS
La alcachofa, tan sencilla en su apariencia, es una farmacia natural, que limpia y purifica. Así lo han destacado expertos como el académico de gastronomía Pedro González Vivanco y médicos ( servicio de neurofisiología del hospital clínico de Zaragoza) como Francisco Abad Alegría. Lo hicieron en un congreso sobre la alcachofa de Tudela. Lo recomendaron para todas las personas, de cualquier edad, por su excelentes virtudes terapéuticas. "Está comprobado que la alcachofa es un protector hepático muy importante y tiene efectos beneficiosos en los niveles de glucosa en sangre en enfermos diabéticos".
De forma sencilla, la alcachofa tiene una sustancia llamada cinarina (la que le proporciona ese toque de sabor amargo) que ayuda al hígado a producir bilis, lo cual facilita la digestión de las grasas y ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo. En resumen, la alcachofa cuida el hígado, ayudándolo a funcionar mejor y a mantenerse saludable. El doctor aconsejó no pasarse con la cocción de la alcachofa y pidi´ño no tirar el agua utilizada. Es más, recomendó la ingesta en ayunas de agua utilizada para cocer alcachofas con un poco de miel por su poder diurético.
Además de su papel en el salud digestiva, el médico alabó esta verdura por su alto contenido en fibra (efecto laxante) así como por su bajo aporte calórico (el 90% de su contenido es agua) . Y destacó sus propiedades para ayudar a controlar el colesterol. “Se han comprobado también efectos positivos sobre los niveles de colesterol en sangre", afirmó.
LIMPIARLAS NO ES TAN COMPLICADO, CONSEJOS
Aunque cada vez hay más platos preparados que las incluyen y se pueden comprar en conserva y congeladas, no hay nada como unas alcachofas recién cocinadas. Limpiarlas lleva un poco de tiempo, pero merece la pena si se desea cuidar la salud con alimentos saludables y funcionales.
1. Para esta labor conviene usar guantes para evitar que la piel se tiña.
2. Retirar las hojas externas, las más gruesas. Sabrá que ha llegado al corazón de la alcachofa porque cambia el color: el verde intenso se quedará en un tono más amarillento.
3. Luego, de la pieza que ha quedado, cortar la punta (parte delantera) de la alcachofa para dejar solo el corazón.
4. Si ha cortado la alcachofa con unos 3 milímetros de tallo, pelar con el cuchillo la base del corazón, justo la parte que está pegada al tallo. Y pelar también un trozo de tallo. Después, se parte por la mitad y, si se desea, en cuartos.
5. Las alcachofas se oxidan y se ennegrecen con rapidez al estar en contacto con el aire. Para ello, una vez peladas, conviene meterlas en un recipiente con agua, a la que antes se debe añadir limón, unas ramitas de perejil o vinagre. También se pueden frotar cada pedazo de alcachofa con medio limón.
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