Los mejores amigos
Pancho no se quiso bajar del sofá
Sordo y 13 años. No era una buena carta de presentación para adoptar a este perro mestizo de Tafalla.
Actualizado el 10/04/2025 a las 13:42
El futuro de Pancho era como su pelo, negro. Con trece años de vida, una edad más que adulta para un perro, murió "su humano" de Tafalla y nadie se quiso hacer cargo de él. ¿Destino? Un refugio. Una condena para este ejemplar sin pedigrí, sordo y con problemas de vista porque seguramente terminaría allí sus días tras haber disfrutado de un hogar.
Y esa historia le contó una amiga a Ignacio Pinillos Napal, de 48 años y vecino de Estella, en diciembre cuando decidió sacarlo para tenerlo en acogida. "Vino a casa a enseñarme al perro, se subió al sofá y no hubo manera de bajarlo por mucho que tiró de la correa. Le dije que se fuera tranquila, que ya si eso se lo llevaba al día siguiente. Y hasta hoy".
Ignacio ya había vivido antes con una perra. "Pero de eso hace ya más de siete años", por lo que en sus planes no estaba ni mucho menos abrir las puertas de su casa a otro animal. Pancho no pensaba lo mismo. "Siempre digo que me adoptó él a mí". Ahora ya son dos en el piso de este trabajador de una fábrica de Villatuerta.
Dice que no se arrepiente para nada de la decisión de Pancho. Lo único que no le acaba de convencer, se ríe, es el nombre. "Pero a estas alturas no le voy a poner otro".
Ignacio agradece que lo eligiera un perro adulto. "Es que ya viene aprendido el chaval". Incluso su sordera puede ser una bendición. "Cero conflictos, como no oye nada, si se meten con él otros perros pasa de largo porque no se entera. Eso sí, me comunico con él a través de gestos, pero como es muy listo lo entiende todo. Es un máquina. En cuanto me pongo la ropa del curro para irme y dejarlo solo, se sube al sofá y ni se menea hasta que llego".
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