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Infraestructuras

Descalzos, el rey de los ascensores de Pamplona

En 2022, estos elevadores contabilizaron 2.788.651 viajes, una media de 13,2 al año

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Mapa de los ascensores urbanos de la capital navarra
Actualizado el 19/01/2024 a las 11:41
Los ascensores urbanos se han integrado en el paisaje de Pamplona como elementos imprescindibles de la movilidad peatonal. En 2022, los elevadores que operaban en Pamplona contabilizaron nada menos que 2.788.651 viajes, una media de 13,2 al año por cada uno de los 210.866 vecinos de la capital navarra. Un dato impreciso, dado que hay una parte amplia de la población que jamás los usa, pero que permite vislumbrar la importancia que han adquirido en los desplazamientos a pie. Una ciudad moderna. Y con cuestas.
Pamplona no es San Francisco, ciudad californiana repleta de colinas con cuestas endiabladas, pero sí tiene desniveles suficientes como para salvarlos por medios mecánicos. La altitud de Pamplona en su punto más alto, en Mendillorri, alcanza los 493,76 metros frente a los 395 del punto más próximo al nivel del mar (en los barrios bajos de Rochapea, Txantrea o Buztintxuri). Casi 100 metros lineales en vertical entre la Pamplona más elevada y la más baja.
El pasado 18 de septiembre, el Ayuntamiento de Pamplona inauguró el ascensor de Trinitarios, el duodécimo de la ciudad. El elevador, que ha costado 2,9 millones -2,3 de ellos financiados con fondos europeos- salva un desnivel de 20 metros entre el barrio de San Juan -en la parte alta- y el paseo del Plazaola, donde se encuentran los barrios de la Rochapea y San Jorge. En la parte superior se accede a él a través de una pasarela de 30 metros que mira al flanco norte de la ciudad y que se abre como un mirador peatonal del desarrollo urbano, en esa combinación de movilidad y arquitectura urbana.
Además de los nueve elevadores que aparecen en este reportaje, hay dos pequeños, también de carácter público, de los que no se reportan datos: el de la plaza Felisa Munárriz, integrado en un edificio de viviendas, y el de la calle Arrieta, frente al fortín de San Bartolomé, para acceder a unos baños públicos.
DESCALZOS:  El rey con 445.493 usos en 2022
Es el ascensor que más viajes soporta al final del año y también uno de los que más reparaciones acumula. Inaugurado en 2008, el elevador de Descalzos -dos en realidad- une los barrios de la Rochapea, desde la cuesta de Curtidores, con el Casco Viejo pamplonés en la calle Descalzos. Fue un hito en la historia de Pamplona, que llevó parejo la remodelación del paseo de Ronda en su conexión hasta la Taconera, un balcón sobre la muralla con vistas al barrio de la Rochapea y con el fondo del monte San Cristóbal/Ezkaba.
Los dos ascensores de Descalzos se proyectaron en 2006 -bajo el gobierno de Yolanda Barcina (UPN)- con un presupuesto de 8,5 millones de euros. Se inauguraron el 5 de abril de 2008 entre una gran expectación y con una actuación musical en una de las cabinas -un dueto de cuerda-, mientras la entonces alcaldesa hacía el primer viaje inaugural en la otra. En su primer día de funcionamiento viajaron nada menos que 19.000 personas. La evolución del número de viajes en los últimos cuatro años es la que sigue: 525.618 en 2019, cifra que bajó en 2020 -primer año de la pandemia- a los 415.998; 510.866 en 2021 hasta los 445.493 de 2022.
GRUPO URDÁNOZ:  381.864 viajes el año pasado
Fue una infraestructura largamente esperada por los vecinos de Echavacoiz y especialmente del grupo Urdánoz , una de las zonas más deprimidas de Pamplona. Tanto es así que los propios vecinos se adelantaron a la inauguración oficial con caretas de Yolanda Barcina, Enrique Maya y el rey emérito... Ocurrió el 23 de junio de 2013. La inauguración oficial se produjo pocos días después, el 4 de julio. Este elevador, al que se accede por una espectacular pasarela de 30 metros, salva un desnivel de 25 con Echavacoiz norte y se adjudicó por un presupuesto de 829.510,61 euros. Es el segundo elevador con más uso durante 2022 con esos 381.864 viajes. En 2021, fueron 380.439; en 2020, 248.830, y 339.290 en 2019.
ERLETOKIETA:  Pionero y 318.270 viajes en 2022
Es el ascensor decano, el primero que llegó a Pamplona. Fue en 2004 y marcó una nueva tendencia en movilidad urbana, pese a que estéticamente es hijo de su tiempo: un cilindro transparente para unir los barrios de la Milagrosa e Iturrama. Salva con un sistema hidráulico una altura de 10,49 metros entre la calle Erletokieta en su parte baja y Abejeras en la zona superior. En su inauguración, que se produjo el 16 de julio de 2004, este periódico precisaba en la noticia -fruto de la novedad- que el ascensor era gratuito para los usuarios. Tuvo un coste de 395.700 euros y en 2022 fue el tercero con más uso de los 9 de Pamplona (de los que se tienen datos) con 318.270 viajes. En 2021 tuvo 268.028; 176.722 en 2020 y 251.548 en 2019.
 MONASTERIO DE IRACHE:  Una media de 841 usos por día
El ascensor que conecta las calles Monasterio de Irache (en su parte alta) y Monasterio de Fitero, en el barrio de San Juan, fue el cuarto en incorporarse al paisaje urbano pamplonés. Al igual que el ascensor de la calle Erletokieta, el de Monasterio de Irache -inaugurado en febrero de 2009- es también un cilindro acristalado que salva un desnivel de 11,1 metros y se accede a él a través de una pasarela de 14,5 m. Tuvo un coste de 737.447 euros y durante los 11 primeros días de funcionamiento sumó 6.500 viajes. Si en 2022 fueron 307.277 usos, con una media de 841 por día, en 2021 contabilizó 230.206, 172.089 en 2020 y 266.153 en 2019.
MEDIA LUNA : 280.925 viajes panorámicos
Situado en uno de los emplazamientos más bellos y emblemáticos de Pamplona -arriba, junto al fortín de San Bartolomé, y abajo, en las inmediaciones del molino de Caparroso- el ascensor de la Media Luna guarda similitud estética con el último instalado, en Trinitarios, con forma de “L” y una pasarela de 24 metros que se abre sobre el Club Natación, el río Arga y las huertas de la Magdalena. Hijo de su tiempo, se ejecutó con acero cortén, también en consonancia material y estética con la polémica pasarela de Labrit, antes de su reparación. Se inauguró en 2011 para salvar los 20 metros de muralla con un presupuesto de 1.031.380 euros. En 2022 sumó 280.925 viajes; 284.544 en 2021, 210.131 en 2020 y 291.825 en 2019.
MENDILLORRI: Décimo ascensor y 251.576 usos
Otro ascensor panorámico, con forma de “L” y situado en la parte más alta de Pamplona, en el barrio de Mendillorri. El elevador, también de acero cortén y acristalado, fue el penúltimo en inaugurarse. Ocurrió el 4 de julio de 2019 y salva el desnivel de 18,5 metros que se produce entre la carretera de Badostáin y la intersección de las calles Concejo de Badostáin y Señorío de Echalaz. Según los datos que facilitó el Ayuntamiento, puede desplazar a 1.100 usuarios a la hora en un uso constante. En 2022, fueron 251.576; 276.364 en 2021, y 221.515 en 2020. No se reportan datos de 2019.
CONCEPCIÓN BENÍTEZ : Dos ascensores en uno
Echavacoiz es el único barrio de Pamplona con dos ascensores urbanos que, en realidad, son tres. Al instalado entre el grupo Urdánoz y Echavacoiz norte se suman los dos concatenados situados cerca de la calle Concepción Benítez, entre Teodoro Ochoa de Alda y la avenida de Aróstegui. El conjunto salva 21 metros de altura en cuatro niveles diferentes. Los dos ascensores parten de sendas terrazas y tienen las puertas de entrada y salida en lados opuestos. El primero de los elevadores (el que está más bajo) tuvo un uso en 2022 de 210.498 viajes frente a los 159.902 del segundo. En 2021 fueron 198.087 el primero y 150.473 el segundo. En 2020, 172.016 el primero y 130.669 el segundo, y en 2019, 246.654 y 187.367. Se inauguraron en 2013.
ISAAC ALBÉNIZ:  Otra dupla en la Milagrosa
Al igual que en Concepción Benítez, el barrio de la Milagrosa cuenta con un ascensor doble en la calle Isaac Albéniz. La abigarrada arquitectura del barrio y la presencia de portales en el tramo entre el punto más alto, en la calle Julián Gayarre, y el más bajo, en Guelbenzu, obligó al Ayuntamiento a instalar una pareja de elevadores, sextos de la ciudad. Se trata de dos cilindros acristalados que salvan un desnivel de 8 metros. Se inauguraron en 2011, siete años después de que se abriese el primer elevador de Abejeras y supusieron una inversión de 1,1 millones. En 2022, el primero sumó 179.565 viajes y el segundo, 146.917. En 2021, 165.703 el primero y 135.575 el segundo. El año anterior, fueron 130.718 y 106.951, y en 2019, 195.386 el primero y 159.861 el segundo.
LEZKAIRU: El menos utilizado, con 106.364 viajes
Desde el Ayuntamiento aseguran que es uno de los elevadores más vandalizados de los doce que ahora se reparten por Pamplona. Se inauguró en marzo de 2012, durante la primera legislatura de Enrique Maya como alcalde, y es el menos utilizado de la capital navarra. Salva un desnivel de 12 metros que se convierten en 81 escalones en la escalera adyacente. Desde la parte superior ofrece una panorámica del “nuevo ensanche” pamplonés, al sur de la ciudad. Con un presupuesto de 450.000 euros se convirtió en el séptimo elevador de Pamplona. En 2022 contabilizó 106.364 viajeros, cifra que baja a los 99.079 en 2021, 75.697 en 2020 y 140.056 en 2019.
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