Túneles de Belate: sigue la sospecha

El pasado 13 de agosto, el consejero Chivite, junto con el Director General de Obras Públicas, López Vera, anunciaron el cierre al tráfico de los túneles de Belate durante dos meses y medio. Aunque en el plan de obra sólo estaban previstos cortes puntuales, se ha decidido el cierre total para “primar la seguridad del tráfico rodado y de los trabajadores, así como de los vecinos de la zona”. ¿No estaba contemplada en el proyecto la seguridad de todo quisqui o qué? ¡Menuda milonga! Sigo. Resulta que uno de los condicionantes de la obra era el de “mantener el tráfico por la N-121-A o planificar desvíos que permitan mantener el tráfico con fluidez sin necesidad de realizar desvíos por la N-1210”. Es más, Polo Soriano, ese que puntuó las ofertas conociendo las puntuaciones del resto de técnicos, en el apartado relativo a los “desvíos provisionales propuestos y su afección al tráfico”, concedió a la empresa adjudicataria, ACCIONA, la máxima puntuación posible, y la segunda mejor puntuación (9 sobre 10) en el apartado “Programa de Obra”. La Mesa de Contratación, con respecto a la propuesta de ACCIONA, dijo: “Muy buena descripción de los desvíos provisionales. Los han diseñado con la premisa de mantener el tráfico rodado por la calzada de la N-121-A sin cortes de tráfico ni desvíos por la carretera N-1210; solamente habrá cortes muy puntuales en las voladuras del desmonte adyacente a la boca sur… Se valora positivamente el mantenimiento del tráfico de la NA-121-A salvo en momentos puntuales”. Si una empresa logra una buena valoración porque promete el oro y el moro, ¿no está obligada a cumplir lo prometido, salvo causas de fuerza mayor? Porque resulta que, junto con la dirección de obra, es la empresa adjudicataria la que ha redactado un informe técnico en el que se indica “la necesidad de cerrar de manera permanente los túneles al tráfico mientras duren los trabajos de desmonte”. ¿Y lo dicen ahora después de haber recibido la máxima puntuación por proponer todo lo contrario? ¡Eso es un escándalo!

Y es que ya llueve sobre mojado en este tema. Hace apenas unos meses, el PSN, por boca de su portavoz, se despachaba en comisión parlamentaria con las siguientes declaraciones: “la adjudicación de las obras en los túneles de Belate es la más transparente de todas las que ha llevado a cabo este Gobierno y todo es público y comprobable. Pese al ruido político y mediático, no hay caso túneles sino un gobierno limpio y transparente que atiende, escucha y acata lo que dicen los técnicos del Gobierno de Navarra”. Pues bien. Obviando la manipulación que el Consejero de Cohesión Territorial, Chivite, y el Director General de Obras Públicas, López Vera, han vertido en sede parlamentaria sobre el informe de fiscalización relativo a la adjudicación de las obras de la “Duplicación del túnel de Belate”, habrá que recordarle a este indocumentado portavoz la literalidad de algunas de las cosas que dice dicho informe y que recoge lo dicho en las actas redactadas y firmadas por los miembros de la Mesa de Contratación (técnicos). El informe dejaba constancia, “a los efectos del posible incumplimiento del deber de preservar la confidencialidad y sigilo de las ofertas”, que parte de la documentación aportada por los licitadores permaneció durante días en una unidad de red a la que tenía acceso cualquier empleado público del departamento de Cohesión Territorial. El informe también se refería a dos cuestiones muy concretas: una, la valoración de las ofertas que “en contra de lo exigido por el legislador”, no exponían las razones que justificaban las puntuaciones ni expresaba las ventajas de una oferta frente a otras; y dos: el procedimiento seguido para valorar las ofertas “se halla viciado por la postrera intervención de una de las personas que ha participado en la valoración al haber efectuado la suya propia con pleno conocimiento de las puntuaciones del resto de miembros de la Mesa de Contratación, lo que puede entenderse como un falseamiento del procedimiento al privarle de la debida transparencia”. Con respecto a esto último, y a la vista de las puntuaciones de todos los miembros de la Mesa de Contratación, cabe decir que antes de que el presidente de la Mesa (el prorrogado Polo Soriano) emitiera sus puntuaciones (conociendo las del resto), el adjudicatario de la obra hubiera sido la empresa Construcciones Mariezcurrena en vez de la finalmente adjudicataria, ACCIONA. Sigo. Los licitadores debían acreditar la ejecución de, al menos, una obra similar del “subgrupo A5 túneles” realizada en el curso de los últimos cinco años con importe de ejecución igual o superior a 65 millones de euros (Iva excluido). El adjudicatario de las obras, ACCIONA, aportó un certificado por un importe de casi 52 millones de euros, es decir, no cumplía con el requisito de los 65 millones que imponía el condicionado, siendo la Mesa de Contratación la que, excediéndose “en las funciones de valoración o interpretación y calificación documental”, alteró dicho importe añadiendo, “de manera inconcreta”, otras partidas de obras de otros subgrupos. Las actas también dejan constancia de que cinco de los ocho miembros de la Mesa de Contratación reconocieron saber de los comentarios en el sentido de que la obra de Belate se la llevaría una oferta concreta. Cabe recordar que, sobre el proceso de adjudicación de estas obras, hay dos investigaciones abiertas en la Cámara de Comptos y en la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción ante denuncias efectuadas por funcionarios del Departamento de Cohesión Territorial.

“No hay caso túneles sino un gobierno limpio y transparente que atiende, escucha y acata lo que dicen los técnicos del Gobierno de Navarra”. PSN dixit. Insisto: Urralburu también lo negó todo.