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'Bakaioko' y 'Mauri', corredores por ANELA: "Tras el varapalo del diagnóstico vimos que parados no hacíamos nada, que había que moverse y ayudar"

Su amistad con Alberto Armendáriz 'Txapela', enfermo de ELA, les ha hecho afrontar estos seis últimos años retos deportivos insólitos y organizar conciertos para dar visibilidad a esta enfermedad, recaudar fondos para los afectados y reclamar una ley que ya es una realidad

Ampliar Ángel Muñoz, más conocido como ‘Bakaioko’, y Miguel Barasoain, ‘Mauri’, posando en las calles de Biurrun. Ambos han protagonizado insólitos retos deportivos por ANELA.
Ángel Muñoz, más conocido como ‘Bakaioko’, y Miguel Barasoain, ‘Mauri’, posando en las calles de Biurrun. Ambos han protagonizado insólitos retos deportivos por ANELAEDUARDO BUXENS
Actualizado el 13/12/2024 a las 17:32
Es una fecha que se grabó en su memoria, en su vida. “13 de junio de 2018, creo que era miércoles”. Ángel Muñoz Fernández, más conocido como 'Bakaioko' y vecino de Subiza, no olvida el día que diagnosticaron de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a su amigo Alberto Armendáriz Salinas, Txapela. “Hasta entonces no sabíamos casi nada de lo que era la ELA. Pero así suele pasar hasta que te toca cerca, claro”, reconoce por su parte Miguel Barasoain Sobrino, 'Mauri', deportista y monitor de yoga en Biurrun. “Apenas había oído algo de unos deportistas que se echaban cubos de agua para recaudar fondos, pero tampoco sabía muy bien de qué iba. Ahora sé todo lo que conlleva una enfermedad como ésta y estoy atento a todas las novedades que se producen en torno a ella”, añade Muñoz.
Su voluntariado llegó, así, por amistad. Antes eran “inquietos, guindillas” y habían protagonizado algunas locuras deportivas a nivel privado - “en alguna de ellas Txapela llegó a participar y ayudaba en la logística”, recuerdan- pero, desde entonces, su afición a la montaña y a las carreras se volcó hacia un mismo fin altruista: dar a conocer el ELA, recaudar fondos para la asociación navarra ANELA y reclamar una ley que ayudase a las familias y a los enfermos, a su amigo Txapela.
Han sido 6 años consecutivos. Miles de camisetas y sudaderas vendidas y repartidas en sus propios vehículos, colaboraciones desde la Galar Trail, decenas de retos insólitos (unir Aneto y Mesa de los Tres Reyes en bici y a pie, un Everesting -acumular a la carrera 8.848 metros de desnivel desde Subiza-...) y hasta la organización de un concierto, el Txapela Rock, para el que ya preparan la cuarta edición, la de 2025. “Tras superar la noticia del diagnóstico y el varapalo, vimos que parados no hacíamos nada, que había que moverse y ayudar”, recuerda Muñoz, de 50 años, comercial de una empresa de pinturas y padre de dos niñas -Alazne y Ekiñe- junto a Rosa Lezáun.
Mauri y Bakaioko son, esta vez las caras visibles, pero son solo dos piezas más en el grupo formado en ‘el córner’ -la esquina de la barra de la sociedad de Subiza donde se suelen juntar- en la que han nacido buena parte de los retos solidarios que han realizado. “Eso es una de las cosas más bonitas de lo que ha pasado. El grupo que se ha unido, hemos hecho una piña increíble”, aseguran.
En este tiempo, con sus iniciativas, han sumado más de 60.000€ para ANELA en este tiempo pero lo más importante no ha sido eso. “Lo más importante y lo más bonito es la visibilización y todo el movimiento y apoyo social que se ha generado. Dinero e ingresos tienen porque hay muchas donaciones y aportaciones pero ver a un pueblo entero vistiendo la camiseta por la ELA, que los niños tomen conciencia y ayuden, que vean que organizándote puedes hacer cosas muy chulas... Nuestros retos han sido siempre humildes, sin pedir ayuda a grandes empresas sino con lo que teníamos a mano y sin grandes infraestructuras. Eso une mucho”, explicaba Muñoz. "Eso también ayuda y motiva mucho cuando estás en pleno reto. Ver en fotos el cariño que te demuestran, que están pendientes", apunta Mauri, de 47 años, monitor deportivo y padre de una niña -Naiara- junto a Blanca Sáez-Morga.
Un apoyo que ha tenido su culmen este año cuando su actividad Pedrada 4 Picos -subir y bajar de forma consecutiva al Teide, Mulhacén, Aneto y Mesa de los Tres Reyes, un reto que les llevó 64 horas y en el que recorrieron - fue designada como mejor reto solidario nacional por la Fundación Migranodearena. Un premio que coincidió con la aprobación de la ley ELA en el Congreso de los Diputados. “Ha sido como un guión de película. Como si hubiera estado todo planeado. Nuestros retos han ido creciendo año tras año y, en el más ambicioso y que nonos hubiésemos planteado nunca si no es por esta finalidad, coincide con la aprobación de la ley que veníamos reclamando. Ha sido perfecto. Momento, creo, para tomarnos un respiro, disfrutar y saborear lo hecho. Compartir unas buenas risas con Txapela recordando algunas de las muchas anécdotas que tenemos”, apuntaba Bakaioko.
Y es que, a pesar de que es su afición, el apoyo de todo este tiempo a ANELA supone un sacrificio personal. “Claro que hay momento malos y en los que te planteas todo. Te quitas horas de donde no tienes, cuadras trabajo, vida familiar...Hay que hacer tetris”, reconoce Mauri. “Si te tocase la enfermedad a tí seguro que te gustaría que otros lo hicieran. A mi me gustaría. No sé. Tampoco te planteas por qué lo haces. Te compensa”, afirma Barasoain.
“El reto de los cuatro picos nos sobrepasó todo la repercusión que tuvimos. Alucinamos con el ruido que hicimos. Pero creo que, si algo ha sido nuestra seña de identidad en este tiempo, es que somos gente sencilla que, rascando de nuestro bolsillo, de nuestro tiempo y de nuestra familia estamos, simplemente, tratando de ayudar -reconocía el de Subiza-. Yo estoy convencido que, si hubiera sido al revés, Txapela hubiera hecho algo similar por nosotros. No sé cómo ni qué, pero hubiera tratado de ayudar. Seguro”.
¿Y con qué se quedan de todo lo vivido en este tiempo? “Con todo lo que se ha generado, con ese poso que creo que hemos logrado dejar en todos los pueblos de la zona. Niños, jóvenes, mayores...”, expone Bakaioko. “En mi caso, tengo dos imágenes grabadas. Una mirada y un gesto que nos hizo Txapela, al adelantarnos en el coche, cuando íbamos en bici para unir Aneto y la Mesa. Y la llegada a Subiza después del último reto de los cuatro picos, con todo el ambientazo que hubo y ver que salió bien. Eso me llena”, explica Mauri.
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