La final del Parejas
La historia de una gran foto
El domingo Ezkurdia ganó el Parejas. Miguel Osés retrató un momento tan duro como único, esta es la historia de lo que no se ve en esta imagen
Actualizado el 03/04/2025 a las 12:56
Detrás de una buena foto hay una historia, unas circunstancias. únicas. Unas se ven; otras, no.
El sitio. Es el pasillo que conduce de la cancha del Navarra Arena a los vestuarios. Es un lugar con una simetría y una luz que ofrece muchas posibilidades.
La composición. Es perfecta, por el marco, el lugar del protagonista, la luz y el momento, justo cuando Ezkurdia ha terminado la rueda de prensa tras quedar campeón.
El protagonista. Joseba Ezkurdia sujeta en la mano izquierda la copa de campeón; en la derecha, el premio al mejor pelotari del Parejas. En la cabeza, la txapela. Aún está sudado del partido, camina cabizbajo.
Pero esa foto es más.
El momento. Ezkurdia acababa de experimentar la vivencia límite de un deportista que ha jugado uno de sus objetivos del año, sabiendo que su padre se está muriendo en el hospital por una enfermedad irreversible. Detrás de esa foto está el coraje, el pundonor y la profesionalidad de un pelotari que, en esas condiciones anímicas tan adversas, ha competido y se ha dejado el alma por llegar a 22. Lo consiguió en una final durisima, en la que terminó reventado por los calambres, y en la que defendió como nunca.
Nadie supo nada de esto, solo los más próximos.
Al terminar la final, Ezkurdia respondía a los periodistas la pregunta de a quién dedicaba la txapela. “A mi madre y a mi padre, ellos sí que son unos campeones”.
Tras la final Joseba se fue directo al hospital para dedicarle la txapela del Campeonato de Parejas a su padre, que a pesar de su estado había podido ver la final.
Martín Ezkurdia falleció el mediodía del lunes. No habían pasado 24 horas desde que su hijo había ganado la final.
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