Virales
Belén Esteban y la OCU se enzarzan por la calificación del gazpacho de la colaboradora de Sálvame Deluxe
La Organización de Consumidores y Usuarios se reafirma en la objetividad de sus valoraciones

Actualizado el 29/07/2022 a las 11:26
La televisiva Belén Esteban, que ha regresado a los platós tras recuperarse de la caída que le causó la rotura de la tibia y el peroné, también se ha hecho popular por sus iniciativas empresariales, concretamente vinculadas al mundo de la gastronomía. Bajo su marca comercial ‘Los sabores de la Esteban’, distribuye desde 2021 gazpachos, salmorejos y patatas fritas, entre otros.
Sus productos, al igual que otros muchos, ya han sido objeto de análisis por parte de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Esta entidad calificó el gazpacho de esta marca con 61 puntos de 100, es decir, con una “calidad media”.
A través de sus redes sociales, Belén Esteban no ha tardado en reaccionar, por alusiones. “Gracias a todos los que consumís mi gazpacho y mi salmorejo, sois mi mejor nota", decía a sus seguidores. Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en declaraciones exclusivas a la revista ‘Lecturas’, fue firme en su postura y recordó la objetividad de sus valoraciones. “No nos damos por aludidos. Jamás hemos cobrado a nadie por una buena nota. Hacemos los rankings a petición de los consumidores porque los gazpachos y salmorejos son productos muy demandados en verano, y nos basamos en análisis independientes, neutrales y objetivos hechos en laboratorios", zanjó.
A través de su perfil social en Instagram, Belén Esteban hace gala de la expansión de sus productos fuera de las fronteras españolas. Por ejemplo, sus patatas se comercializan en Nueva York, Las Vegas (Estados Unidos) y Dubai, entre otros lugares.
Al margen de polémicas, la OCU sigue analizando el universo de productos de distintas marcas que llegan a manos de los consumidores. El último estudio alerta de la nueva tendencia comercial de algunas marcas: la reduflación. Se trata es una alternativa de las marcas a la subida de precios tradicional: en lugar de cobrar más por los productos, reducen la cantidad contenida en los envases.
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