Hostelería
Un joven chef retoma la actividad en el centenario Casa Zanito de Olite
Lorenzo Aréjula Sánchez, de 26 años y natural de Villafranca, ha reabierto el restaurante que tiene en la comida tradicional con un toque de autor su seña de identidad

Publicado el 11/03/2025 a las 19:00
Lorenzo Aréjula Sánchez tiene 26 años y desde el pasado verano está al frente de los fogones en el restaurante Casa Zanito de Olite.
Un establecimiento con más de cien años de historia y que este joven chef de Villafranca se animó a reabrir tras haber permanecido casi cinco años con la persiana cerrada.
Cuenta Aréjula que fue su abuela Maribel con quien aprendió a cocinar. “Fue ella quien despertó en mi la pasión por la cocina. Mi madre trabajaba y cuando yo era pequeño era ella, mi abuela, quien me daba de comer y con quien pasaba mucho tiempo mientras ella cocinaba”, recuerda.
Con los años decidió estudiar cocina, primero en Zaragoza y, más tarde, el grado superior en Pamplona. Comenzó después a trabajar en la capital navarra, antes de marcharse a San Sebastián.
Tras una etapa allí, regresó a Pamplona y estuvo en la cocina del restaurante Europa pero la vida le llevó a Madrid. Después de un tiempo en la capital de España su previsión era volver a trabajar en Pamplona pero finalmente surgió la posibilidad de Casa Zanito.

“Era un establecimiento emblemático de Olite, yo había oído hablar de él y tenía renombre ya. Así que llegó la oportunidad sin yo buscarla”, apunta. De la mano del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media comenzó con los todos los trámites necesarios para emprender y a finales de junio de 2024 Casa Zanito volvía a abrir sus puertas.
La acogida, asegura, ha sido “mucho mejor de los esperado”. “Olite por su atractivo turístico es una localidad que siempre tiene visitantes por lo que yo veía que nicho de mercado había pero reconozco que no pensaba que iba a trabajar tanto. Los fines de semana está lleno el restaurante y durante semana hay mucho trabajo también. No ha sido un invierno flojo para nada”, dice satisfecho.
La carta ofrece un menú del día para entre semana y de cara al fin de semana la oferta se amplía con un menú degustación, otro propio del fin de semana o menú de sidrería. Además, Casa Zanito ha trabajado en cenas maridaje y, adelanta Aréjula, ya tiene en mente nuevas cosas. “Personalmente, estoy muy contento con cómo ha ido todo hasta ahora pero no me quedo aquí, quiero más”, avanza.
Sobre la oferta gastronómica, explica, el eje es la cocina tradicional a la que le gusta añadir, indica, “un toque personal, de autor” que permitan cierta innovación. “Pero para mi lo principal es que la comida esté buena”, insiste.
Los productos de la huerta navarra cobran un protagonismo especial y las verduras de invierno no han faltado en los platos durante los últimos meses. A su abuela, Maribel, tiene presente a diario con uno de los platos “estrella” del restaurante, ‘Verdura Maribel’, con el que el chef homenajea a su maestra en la cocina.
En su día, Casa Zanito también fue hotel pero a día de hoy solamente funciona el restaurante y el bar de la primera planta que también gestiona el propio Aréjula y abre los fines de semana. Los sábados en la hora del vermú y por la noche para servir hamburguesas que también preparan en la cocina del restaurante. El domingo el bar abre para el vermú y la intención es, de cara al verano, que la actividad se prolongue de jueves a domingo.
En cuanto al restaurante, guarda un día por descanso semanal que suele ser a principios de semana. No hay un día fijo ya que suele variar en función de las previsiones que pueda haber. Ante la buena acogida, Aréjula invita a reservar sobre todo si se quiere comer en fin de semana.
“Se asegura el sitio y para nosotros es mejor trabajar con previsión”, indica. De momento, Aréjula cuenta con un ayudante en la cocina además de dos personas en sala, un personal que se amplía el fin de semana con dos personas extra.