Guerra de datos sobre las listas de espera en el área de salud de Tudela

Los datos son datos y no mienten. Pero una cosa son las cifras puras y duras y otra cómo se utilicen. Y el mejor ejemplo se dio ayer en la comisión de Salud del Parlamento, donde compareció la gerente del Área de Salud de Tudela, Ana Campillo, a petición de UPN, para que diera datos de derivaciones a la sanidad privada, la centralización de servicios en Pamplona y el incremento de las listas de espera en algunas especialidades. Y lo que para los regionalistas es casi un cataclismo, para el Gobierno todo está mucho mejor, aunque eso sí, reconociendo dificultades. Porque lo de ayer fue una interpretación de los datos totalmente diferente en beneficio de la postura de cada una de las partes. BAILE DE DATOS Primero intervino Ana Campillo, en el cargo desde febrero de 2022. Y sobre las listas de espera de primeras consultas en el Hospital Reina Sofía, tras reconocer que queda mucho por mejorar, remarcó la “notable mejoría en los últimos seis meses” fruto de medidas que se han puesto en marcha desde hace un tiempo. Habló de 1.800 personas menos en lista de espera con datos de enero (6.513 en total con 60 días de espera media), pero, claro, tomando como referencia agosto de 2024, el mes que marcó la peor cifra de listas de espera en la serie histórica en Navarra (con 70.840 pacientes y 88 días de espera media). En ese mes de agosto en el Reina Sofía había 8.322 personas en lista de espera y una espera media de 73 días. En agosto de 2023, por ejemplo, eran 7.208 personas (58 días) y 5.975 en el mismo mes de 2022 (49 días). UPN utilizó los datos de forma contraria, también para favorecer sus argumentos. Se remontó a marzo de 2022, cuando tomó posesión Campillo y las listas de espera eran muy inferiores. Su portavoz, Leticia San Martín, dijo que en ese mes había 4.515 personas en espera y que ahora hay 6.513, y que de 2022 a 2025 se ha pasado de 546 a 677 personas aguardando una intervención quirúrgica. “Si hubiera estado en la empresa privada, ya le hubieran despedido”, le dijo a Campillo. La gerente le respondió que debería revisar algunos datos que dio durante su comparecencia “porque algunos coinciden con Estella, no con Tudela. Ha podido haber un error, pero los que hemos ofrecido son reales”. Añadió que a comparar con 2022 no le iba a poner adjetivos. “Fue el primer año de actividad pospandemia, veníamos de no tener nada de espera”, dijo. San Martín le acusó de “sacar el comodín de la pandemia”. CUATRO ESPECIALIDADES CONCENTRAN EL 60% La gerente dijo que sólo 4 de las 25 especialidades concentran un 60% del total de espera, pero que en la mayoría son “más que aceptables”. Citó que el mayor problema está en Traumatología, Raquis, Rehabilitación y Urología. La primera concentra a 1.753 personas (169 días de espera media), “y no es problema de plantilla porque está prácticamente completa”. “Es joven y feminizada y se dan situaciones de maternidad y reducciones de jornada, por lo que la disponibilidad es menor”, recalcó. Y se refirió a las críticas de UPN por falta de especialistas. “Había inexactitudes. Decía que había falta de cirujanos generales y no la hemos tenido. Las listas de espera de consultas y quirúrgicas son francamente buenas”. Sobre otras especialidades, dijo que hay profesionales que se van y otros que vienen y que en especialidades con “paro cero” deciden trabajar cerca de su lugar de residencia, “no porque no resulte atractivo el hospital”. “Desde 2015 ha aumentado la plantilla un 20%”. Y señaló que en un hospital con plantillas pequeñas, un permiso, una baja o una marcha “tiene un impacto muy alto y esto ha sucedido en la Unidad del Dolor, por eso se ha derivado a pacientes a Pamplona”, dijo. Algo a lo que Leticia San Martín (UPN) le respondió diciendo que casi ha desaparecido. “En 2022 atendió a 1.111 pacientes; 733 en 2023; y 47 en 2024”, reflejó. También se habló de las derivaciones a la sanidad privada. UPN dijo que el incremento ha sido importantísimo, desde las 4.848 para primera consulta o revisión de 2022, a las 5.809 en 2024. Y añadió que una de cada tres resonancias se hace en la privada y que en ecografías, en 2024, se derivaron 2.203 pruebas, y que en el Reina Sofía han bajado de las 7.159 de 2022 a 3.909 el año pasado. “Faltan radiólogos, llevan meses sin cobertura en algunas guardias y los pacientes tienen que viajar 200 kilómetros a Pamplona”, dijo. Campillo respondió que primero se agota la vía interna y cuando los recursos no son suficientes se hacen las derivaciones. Y recalcó que en Dermatología han bajado un 70% en cuatro meses. DATOS FALSOS DE UPN La gerente también acusó a UPN de dar datos “falsos”. “Dijo que la espera para una colonoscopia era de 5 meses y medio, y son 65 días. Y para una mamografía se dijo 2 meses y son 20 días”. San Martín le afeó el número de quejas. “Se disparan, de las 3.425 de 2022 a las 6.479 de 2024. Los resultados de su gestión son malísimos. Nos dice que no manejamos datos, que nos hemos confundido con Estella, pero nos da la razón en que hay problemas. No aceptamos que se normalice la falta de recursos”, dijo.

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