¿Derruimos la Chantrea, impulsada por Franco?
El futuro del Monumento a Los Caídos ha traído a Navarra la polémica sobre las obras realizadas durante el franquismo. Los partidos PSN, Geroa Bai y Bildu han llegado a un acuerdo en el ayuntamiento de Pamplona para resignificar el edificio y tapar la cúpula, como símbolo de la Dictadura.
Sería largo de enumerar las obras que realizó Franco por toda España, entre 1940 y 1975. Las miles de placas con el emblema del yugo y las flechas poblaban los barrios de viviendas sociales, con más de cuatro millones de hogares a mediados de los 60. El objetivo era desechar los arrabales de chabolas, evitar posibles revueltas sociales, incrementar la natalidad y habitar zonas despobladas, sin olvidar “engrandecer la Patria, fomentar hogares decentes y cristianos e impulsar la ideología falangista”.
Durante la dictadura de Franco, Navarra no fue ajena a estas construcciones. En 1950, fruto de la emigración rural hacia la capital, se erigió en la periferia de Pamplona el barrio de la Chantrea, impulsado por el Patronato Francisco Franco, inaugurado por el mismo general, en 1952. Constaba de 20 calles con nombres de fallecidos navarros que lucharon en la guerra, como Gorricho, Beorlegui, Arrieta o Mayo, y con toda clase de servicios.
El vocablo Chantrea no proviene del euskera, como dijo en su día el doctor Asiron, alcalde de Pamplona, sino del término francés “chantre” (canónigo de la catedral que dirigía el coro y cuyos terrenos pertenecían a la catedral). La mano de obra fue aportada por los mismos inquilinos, cuyo coste total fue de 47.840 pesetas, descontando su trabajo de 13.840 pesetas, con una amortización mensual de 95 pesetas en 20 años. Constaba de vivienda, patio interior con huerta y gallinero.
En la época franquista también es digna de mencionar en Navarra “la cultura del agua” como elemento imprescindible para la vida familiar agrícola y para autoabastecerse. Surgieron varias localidades para hacer cultivables zonas incultas, denominados “pueblos de colonización”. Se edificaron decenas de viviendas en varios pueblos de Aragón y cuatro en Navarra: Rada, Figarol, Gabarderal y San Isidro del Pinar y el proyecto no finalizado de El Boyeral en Sangüesa. Cada colono optaba a un lote de 15 hectáreas de terreno regable, una vivienda, una vaca, una yegua de labranza y aperos, a pagar con créditos blandos. Para abastecer de agua a estos municipios, más la Ribera tudelana y parte de Aragón, se construyó el Canal de Bardenas, que recogía las aguas del Embalse de Yesa, inaugurado el 8 de abril de 1959 por Franco.
Uno de los impulsores de las “casas baratas”, por decenas de pueblos de Navarra, fue el corellano José Luis de Arrese, arquitecto falangista, que, en 1957, Franco colocó al frente del recién creado Ministerio de la Vivienda. Arrese acuñó la frase: “Si queremos hacer Patria, tenemos que hacer hogares”. ¿Por qué los socialistas navarros de Chivite se fijan en Los Caídos y no en todo el cúmulo de obras restantes de Franco? ¿Vamos derribando una a una? ¿Comenzamos por el barrio de Chantrea y resignificamos con un muro para ocultar el patio y el antiguo gallinero? ¿Resignificamos la parroquia San José y el colegio Salesianas, contaminados por la mano de Franco? ¿Ocultamos las fachadas de los cuatro pueblos colonizados y los cientos de “casas baratas”, erigidos por todo el territorio foral? ¿También nos avergonzamos del embalse de Yesa, que desprende hedor a falangismo? Señora Chivite, más sentido común, más amor a Navarra y más preocupación por el Canal y el TAV, (refrendado por más de 40 entidades).
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