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Entrevista

Julián Quirós: "Los gobiernos son la principal amenaza en democracia para la libertad de información"

Al frente del diario ‘ABC’ desde 2020 y antes director de ‘Hoy’ y ‘Las Provincias’, el extremeño Julián Quirós Monago recogerá el próximo 2 de abril en Pamplona el Premio José Javier Uranga, que entrega la Fundación Diario de Navarra

Ampliar Julián Quirós, delante de la mesa de mando de la redacción de ‘ABC’, que  comparte sede en Madrid con Vocento
Julián Quirós, delante de la mesa de mando de la redacción de ‘ABC’, que comparte sede en Madrid con VocentoDAVID GARCÍA
Publicado el 23/03/2025 a las 05:00
“Yo básicamente me considero un periodista y, luego, soy otras cosas”. Con esta tarjeta de presentación y ningún reparo a la itinerancia, Julián Quirós Monago lleva articulando una carrera que supera ya las tres décadas. Nacido en Guareña –Badajoz– en 1969, comenzó en 1994 en el diario ‘Sur’ de Málaga como redactor de Economía para pasar a ser el subdirector; ocupó entre 2007 y 2009 la dirección del periódico ‘Hoy’, líder en Extremadura; y de 2009 a 2020 llevó las riendas de ‘Las Provincias’, primera cabecera de la Comunidad Valenciana. Siempre dentro del grupo Vocento, el hombre que en sus ratos libres escribe poemas dio el salto a la prensa nacional y casi suma cinco años al frente del diario ‘ABC’. No obstante, la Fundación Diario de Navarra ha considerado a Quirós valedor del Premio José Javier Uranga, director de este periódico de 1962 a 1990, por una trayectoria que le subraya como embajador de la prensa regional.
Su predecesor en el Premio Uranga, José Antonio Zarzalejos, siempre ha mantenido que en el periodismo ser cimarrón y solitario es la única forma de establecer un perímetro frente a los poderes externos. ¿Lo comparte?
Sí. Eso son actitudes. Hay muchos periodistas que mantienen la defensa de la independencia profesional, pero eso es en el plano general. Luego está el plano de la conducta, de cómo lo haces tú, cómo lo articulas. Hay periodistas a los que siempre les ha gustado estar muy cerca, muy cerca del poder. Eso es muy peligroso. Algunos lo han administrado bien, han estado muy cerca, pero no se han dejado someter o taponar. Creo que muchos otros sí. Yo creo en la distancia media, pero es un tema de actitud, de carácter o de temperamento. En eso coincido con Zarzalejos. A mí no me gusta estar excesivamente pegado. Creo en la distancia media porque la distancia larga es imposible para un periodista, sea director de periódico o redactor. Si estás muy alejado no te enteras de las cuestiones. Creo en la autonomía, es decir que tú haces las cosas porque crees que tienes que hacerlas. Y creo que no hay que ser demasiado simpático con ningún tipo de poder. El poder, sea el que sea, tiene que tener la duda de que cuando te llama, quizás reciba una respuesta no agradable. Tenemos que hacer una defensa muy férrea de nuestro perímetro de autonomía. Más allá, evidentemente, de creer en la independencia del periodismo, incluso con los poderes que puedan ser más cercanos. Es fundamental. Pero estos son temperamentos, es lo que nace de cada uno. La gente que no hace esto sabemos que tiene ciertas oportunidades, incluso oportunidades informativas, pero creo que te quita mucho más de lo que te da. Ocupes el cargo que ocupes en periodismo, vale para todos. Es algo que, por ejemplo, Uranga tenía claro. En el libro de su biografía se ve perfectamente que era su código de conducta.
Entre la prensa regional y la nacional, ¿cuál está más sometida a las presiones?

"En el periodismo regional la presión está muy cerca 
y ejercer ahí periodismo riguroso 
pero crítico tiene un valor indudable"

No hay una regla por la que una u otra, depende de cada periodista. Incluso, por supuesto, depende de cada institución periodística. Yo soy un periodista de provincias y voy a seguir siéndolo siempre porque tengo esa convicción. Por mucho tiempo que pueda pasar al frente del diario ‘ABC’, viví 25 años en tres periódicos de provincias. Siempre he defendido el periodismo regional, local, de provincias, y es donde verdaderamente se ve la presión. Como director de 'ABC', puedo hacer una portada que le moleste al gobierno y, bueno, tiene unas implicaciones. Ignacio Camacho puede hacer un artículo donde habla de Bolaños o de Garamendi y, bueno, no pasa nada. Pero cuando eres el redactor de municipal en Pamplona o en Valladolid y haces una doble página contando lo sucia que está la ciudad, cuando sales de tu puerta y echas la llave, el vecino que está cerrando la puerta al lado es el concejal de limpieza. O vas a llevar a tus hijos al colegio y el concejal de limpieza tiene a los chicos en el colegio. Las fuentes están muy cerca, la presión está muy cerca, y ejercer ahí periodismo riguroso pero crítico tiene un valor indudable. También te crea una estructura mental y profesional y, cuando lo llevas haciendo unos años, te deja de afectar. Sí creo que en el periodismo local las presiones están más cerca. ¿Cuál es mejor o peor? Depende de cada uno, de cada profesional. Pero cada día es más determinante el temperamento, es algo a lo que le doy muchas vueltas sobre todo con los jefes, cuando tienes que elegir a alguien. Más allá de las competencias profesionales. Cómo cada persona de nuestros equipos encaja la relación con el poder. Tanto la presión del poder como sus abrazos y besos, que son igual de peligrosos o más. Es muy importante tener gente que sepa marcar cierta distancia, que sepa manejarse en ese mundo correoso de las relaciones con el poder y con las fuentes para hacer tu trabajo. Que no te dejes llevar, ni tampoco te conviertas en una especie de guerrero porque te quedas aislado. Es el punto cimarrón que decía Zarzalejos. Creo que nos tienen que ver como gente que estamos cerca, pero que no formamos parte de eso.
¿Qué piensa cuando escucha a gobiernos como el de Pedro Sánchez, en Navarra también el que preside el Partido Socialista con María Chivite, insistir en campañas o planes contra las fake news, los bulos, la desinformación…?
Que esto también lo decía, con otras palabras pero lo mismo, la dirección general de Prensa y Propaganda durante el franquismo. Y lo decían los nazis. A otro nivel, no estoy comparándolo, pero sí el fondo, que es el control de la información. Cuando un poder se decide a convertirse en el árbitro y tutor de lo que se puede contar y no, es peligrosísimo. Si alguien no puede hacer eso es el poder político. Esas tentaciones las han tenido siempre los regímenes totalitarios y, cuando se hace en democracia, hay que tener mucha prevención sobre ello. Quieren poner registros; bien, ya veremos para qué. También había registros en el franquismo. La dictadura decidía quién podía ser periodista y quién no; y quién dejaba de ser periodista, no porque fuera contra el régimen sino porque no estaba haciendo un periodismo de calidad, un periodismo adecuado, porque no estaba sirviendo a su sociedad. Es muy peligroso que el garante de la libertad de información y de la calidad de la información sea un gobierno, además con todos los componentes que hemos visto en torno al gobierno de Pedro Sánchez, desde el punto de vista del respeto a la autonomía de las instituciones. Si hubiese sido un gobierno de Aznar pensaría exactamente lo mismo. Es muy peligroso que los gobiernos, que son la principal amenaza en democracia a la libertad de información, se conviertan en los tuteladores de esta libertad y de la calidad de la información. Muy peligroso. Y me sorprende mucho que haya una parte de los profesionales que lo defiendan.
Julián Quirós, director del diario 'ABC' y exdirector de 'Hoy' y 'Las Provincias', Premio José Javier Uranga
Julián Quirós, director del diario 'ABC' y exdirector de 'Hoy' y 'Las Provincias', Premio José Javier UrangaDavid García/Alba Cidoncha
En una entrevista anterior le he leído asegurar que la libertad de prensa ha disminuido claramente en la última década.
Sí, no sólo en España, en todas las democracias y por supuesto en los regímenes autoritarios que por el mundo hay. Hemos visto procesos curiosos. Aparte de otras cosas, la covid fue en el fondo la manera en la que muchos gobiernos hicieron mayor control y presión sobre la libertad de información. Perdimos muchísima capacidad de hacer preguntas e investigar. Los gobiernos, las administraciones o las instituciones cada vez están más cerradas. Es más difícil acceder a la información. El asunto de la información pública y la transparencia no forma parte de nuestra tradición en España. Y hay pulsiones gubernamentales en España y fuera de España, con factores de presión desde los entornos digitales para intentar echarnos a sectores de lectores en contra, o de gente que no son nuestros lectores pero que intentan condicionarte y limitarte en tus posiciones. A esto se le puede dar la vuelta, pero lamentablemente la sociedad democrática vive un periodo muy confuso. Para que el periodismo vuelva a tener un valor incuestionable, tiene que tenerlo también la propia democracia.
Ha hablado de la covid, de la que ahora estamos cumpliendo cinco años. Como sociedad, ¿salimos de la pandemia más fuertes, mejores… o distintos?

"La política se ha llenado de publicistas 
que dicen tonterías, pero que nos las acabamos creyendo"

Primero, no había ninguna razón para salir ni más fuertes ni mejores. Te pasa un tren por encima, te aplasta, te destroza y se dice salimos más fuertes, mejores. La política se ha llenado de publicistas que dicen verdaderas tonterías pero que nos las acabamos creyendo. ¿Cómo vamos a salir más fuertes de una amenaza con la que murieron millones de personas por todo el mundo y que nos tuvo en una situación de pánico? Sé que los gobiernos hicieron lo que pudieron, pero aprovecharon para dar muy pocas explicaciones públicas y después no ha habido comisiones de investigación para aclarar el comportamiento de muchos dirigentes. No sólo con el dinero y los contratos, sino que hay que recordar lo que pasaba en la presidencia del Gobierno con las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, donde decidieron quitarle la palabra o diluir a los periodistas más expertos en el seguimiento del Gobierno para que entrara cualquiera con una aparente base democrática, pero en el fondo era una manera de que hubiera menos control ejecutivo porque los que preguntaban sabían menos. Con todo mi respeto al 'Diario del Puerto' de Vigo, por poner un caso, no va a ser lo mismo que lo que pudiera preguntar la Ser, la Cope, Antena 3, 'ABC'... ¿Se sale más fuerte de una guerra? Es una verdadera broma. Lo que hay que hacer es intentar superarlo y, a partir de ahí, recuperar una parte de lo que fuimos perdiendo. Los gobiernos alcanzaron estándares de opacidad mayores de los que tenían. Lo que pasa en España con la transparencia es aberrante, pero hay una parte de la población que lo acepta porque al final estamos en un debate de choque entre dos orillas y lo que hacen los míos, aunque sea incorrecto o ilegal, no me importa porque lo hacen los míos. Prefiero que lo hagan los míos y lo hagan mal a que lo hagan otros.
En este sentido, ¿la sociedad ha cambiado?
Sí. Espero que lleguemos a otro escenario más exigente con los poderes públicos, sean del color que sea. Ahora mismo no hay exigencia, lo que hay es bloques enfrentado, que es el mejor escenario posible para los políticos porque así nunca les vamos a exigir que sean firmes, correctos, honestos, eficientes. Que sean demócratas. En vez de eso, piensan los míos me lo van a perdonar todo y los de los otros no me van a perdonar nada, y viceversa. Hay corrientes en Internet importantes que favorecen todo esto.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y EL COCHE EN LA AUTOVÍA
Sin que nos oiga la redacción de 'ABC', ¿qué periodismo le llena más personalmente, el regional o el nacional?
Me gusta todo. Yo he disfrutado mucho del periodismo local, regional, provincial, porque es el auténtico, siempre se ha dicho. Lo que pasa en las ciudades es la vida y sigue siendo así. Por otro lado, el periodismo nacional está muy comido por la información política y eso condiciona mucho. Que ya no es información política. Durante un tiempo se decía que era información de declaraciones. He disfrutado mucho el periodismo local y regional porque he podido trabajar buena parte de mis jornadas laborales en amasar la información, los temas, las historias, en estar realmente dedicado al trabajo periodístico. En un medio nacional me ocupa mucho, mucho tiempo la gestión de la transformación. Cuando digo gestión es gestión editorial, no de números. La gestión editorial de la transformación, o sea, los cambios a los que estamos obligados, los asuntos de personal, de encontrar perfiles, de cambiar registros. Un trabajo que tienen en estos momentos los medios de cara a seguir en la pelea cotidiana por la información y los desafíos que nos llegan, que son muchos. En ese sentido, se disfruta un poco menos.
De cara a la transformación, cabeceras más que centenarias como las de ‘ABC’, ‘Diario de Navarra’ o ‘Las Provincias’ demuestran por su pervivencia capacidad de adaptación.
Lo han demostrado siempre. Lo que pasa es que el pasado sólo es una evidencia de nuestra capacidad de tirar adelante, pero no ninguna garantía. Claro que los periódicos han hecho procesos de transformación enormes. Si miramos lo que hacemos ahora y lo que hacíamos hace 15 años, es impresionante el cambio. Pero nadie tiene el futuro asegurado. Los periodistas siempre hemos creído que mientras tuviéramos lectores, o usuarios, el futuro estaba hecho. Seguimos teniendo muchos lectores, tenemos unas comunidades alrededor nuestra muy potentes, muy masivas, como no hemos tenido nunca, pero lo cierto es que los periódicos, no digo de papel sino casi ya periódicos digitales, que somos todos, tienen por delante todavía que resolver la cuestión de los ingresos, unos ingresos estables y potentes, porque el periodismo es caro de hacer. Es el asunto que en los próximos años tenemos que ver, cómo esto vuelve a ser una industria o un sector importante desde el punto de vista financiero, donde los lectores apuestan por ti pero también los anunciantes. Esto es imprescindible porque es lo único que te garantiza la autonomía o la independencia. Creo que la independencia empieza en la cuenta de resultados y, si eres independiente con la cuenta de resultados, eres independiente con tus portadas.
Si tuviera que colocar un stand en una feria de ofertas de estudios o empleo, ¿cómo vendería el periodismo a alumnos de ESO o Bachiller para convencerles de que es una buena opción?

“Los periodistas cumplimos un papel esencial: regular la vida democrática y el control de 
los poderes”

El periodismo y ser periodista es subirte al carro de una vida interesante. Estás muy cerca de los acontecimientos, de las claves, de las personas que tienen la capacidad de imprimir cambios sobre las sociedades... Y luego cumplimos un papel esencial, aunque está muy discutido: ser los reguladores de la vida democrática, del control de los poderes y del ejercicio de cierta transparencia pública. Les diría a los estudiantes esto porque es lo que pensaba hace 30 o 35 años cuando empecé con esto y es lo que sigo pensando pese a todo el ruido que ahora tenemos alrededor.
¿Y qué les diría a los adolescentes que se sienten informados únicamente con los influencers de YouTube u otras redes?
Creo básicamente en el periodismo de redacción, es donde están los fundamentos de nuestra profesión. Ya hace algunas décadas pasamos del periodismo de redacciones a las estrellas, y eso tenía algunos elementos positivos pero muchos tóxicos y perjudiciales, y ahora ya estamos en el periodismo de los influencers. Pero el verdadero periodismo está muy lejos de eso. Aquí no se viene para ser una estrella y que te reconozcan o salgas por televisión y digas banalidades, sino alguien cuyo trabajo es mirar, estudiar, analizar, investigar, pedir cuentas, comprobar y contarle a la gente las cosas de la mejor manera posible. No hay otra cosa.
Entrevista a Julián Quirós, director del diario 'ABC' y exdirector de 'Hoy' y 'Las Provincias', Premio José Javier UrangaDavid García/Alba Cidoncha
Aludía antes al papel del periodismo. ¿Es el mismo ahora que antes?
El papel de vigilante, de perro guardián de la democracia, se ha alterado porque ha habido muchos cambios impresionantes: la irrupción de Internet; la crisis económica; la polarización; que en las sociedades más democráticas los votantes están optando por perfiles de políticos duros y con talantes bastante autoritarios. Hoy no se prima al político con cierta grandeza y muy amarrado a los principios, hay otro tipo de políticos en todo el mundo. Tenemos todavía mucha capacidad de hacer y decir cosas, pero hoy esto es una pelea constante en una especie de jungla política e informativa donde no todos los animales son de la misma especie. Lo que hace falta es que nosotros no seamos de la especie en extinción, los dinosaurios. No lo creo, pero sí nos obliga a una transformación muy potente.
¿Suscribe esto?: “La inteligencia artificial no reemplazará a los periodistas, pero sí transformará su forma de trabajar. Puede agilizar ciertas tareas mecánicas, pero el criterio, la interpretación y el análisis seguirán siendo exclusivas del periodista”.
Creo que va a ser así, pero no quiero establecer principios para los que no tengo una respuesta o un conocimiento a fondo. Ni siquiera las sociedades lo tienen.
Lo que le he preguntado es la respuesta de ChatGPT a ‘¿qué contestaría Julián Quirós, director de ABC, a la pregunta de qué impacto puede tener la inteligencia artificial en el periodismo?’. ¿No es inquietante el atrevimiento a suponer respuestas?
Sí, y seguramente lo hace en función de respuestas que he dado antes. Me cuesta creer que un algoritmo pueda dirigir ‘ABC’ o la sección de Política de ‘Diario de Navarra’. Digo siempre lo mismo: un coche es algo maravilloso y lo usamos básicamente para cuestiones positivas, pero a 180 kilómetros por hora en una autovía es un arma. La inteligencia artificial es lo mismo.

Julián Quirós Monago está casado con Emma Gil Huerta y tiene tres hijos de 26, 24 y 21 años. Nacido en 1969 en Guareña (Badajoz), se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y es postgrado en Periodismo Económico por la Universidad Nebrija. Comenzó en el ‘Sur’ de Málaga, donde llegó a ser subdirector, y ha dirigido ‘Hoy’, ‘Las Provincias’ y, desde 2020, ‘ABC’. A lo largo de su trayectoria ha obtenido el Premio Einsenhower Fellowships First Amendment, la Medalla de Honor de la Asociación de la Prensa de Málaga y el Premio a la Trayectoria Profesional de la Comunidad Valenciana.

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